Instituciones médicas ofrecen comidas a bordo de ANA

Este proyecto comenzó con conversaciones sobre alimentación entre ANA y el Instituto Internacional del Cáncer de Osaka. Se suele creer que la ingesta de alimentos se ve fácilmente afectada durante el tratamiento del cáncer, pero en el Instituto Internacional del Cáncer de Osaka destacan la importancia de comer incluso durante el tratamiento. En realidad, es necesario idear comidas adecuadas para cada paciente en diversas situaciones durante la hospitalización. A diferencia de las comidas regulares que se sirven en un horario fijo, las comidas prolongadas se sirven de acuerdo con la hora de finalización del examen de cada paciente y están diseñadas para ser fáciles de comer, incluso si el paciente se siente mal después del examen o tiene poco tiempo antes de la siguiente comida. Sin embargo, las normas basadas en la higiene alimentaria no permiten comidas precocinadas, por lo que era difícil preparar comidas calientes adecuadas para servir después del examen, a la hora solicitada por cada individuo, lo que planteó un desafío. Fue entonces cuando comenzaron a considerar la posibilidad de abarcar este problema aprovechando las características de las comidas a bordo de ANA.

Las comidas a bordo se sirven simplemente calentándolas en durante el vuelo. Las comidas prolongadas se preparan después de que se completa el examen, pero la hora no está predeterminada. Con comidas a bordo que se sirven simplemente calentándolas, los pacientes pueden disfrutar de una comida caliente cuando se toman un descanso después del examen. Además, las comidas a bordo de ANA son adecuadas para servir en instituciones médicas, con colores diseñados para la visibilidad en aviones poco iluminados, un volumen moderado con los nutrientes necesarios en un paquete compacto y un sabor familiar con bajo contenido de sal procedente de caldo de sopa y especias. Basándose en estas características, los médicos y dietistas del Instituto Internacional del Cáncer de Osaka analizaron el asunto y decidieron adoptarlo como uno de los elementos del menú de comidas prolongadas.

¿Qué opina sobre el proyecto?

Sr. Ueda: Las comidas a bordo de ANA se venden al público desde diciembre del 2020 y, hasta agosto del 2023, se han vendido 1.98 millones de comidas. Hasta ahora, hemos vendido las comidas con la expectativa de que se sirvan en casa, a fin de ofrecer a los clientes la emoción de “sentirse como viajando, pero en casa” y la conveniencia de un artículo imprescindible para el hogar debido a su fácil preparación. Es la primera vez que ANA ofrece este servicio en una institución médica. Durante nuestras conversaciones, pudimos conocer la situación actual del Instituto Internacional del Cáncer de Osaka, el estado de los pacientes y otros problemas del sector con los que no habíamos tenido contacto antes. Además, después de conocer la política, que destaca la importancia de comer incluso cuando el paciente se siente mal y de visitar el hospital de manera obligatoria, sentí que me alegraría que las comidas a bordo de ANA pudieran animar a los pacientes y hacerlos sentir que están de viaje, aunque sea un poco. Con la provisión de comidas a bordo de esta institución médica, he estado trabajando para resolver problemas y alegrar a la mayor cantidad de personas posible.

¿Cuáles fueron algunas de las dificultades que tuvo?

Sr. Ueda: Era la primera vez que brindábamos comidas a una institución médica, por lo que fue una gran experiencia de aprendizaje. En primer lugar, tuvimos que cumplir con sus estándares, lo que nos obligó a revisar los ingredientes de las comidas que ofrecemos a bordo y analizar sus nutrientes. Además, la institución médica también tuvo que considerar formas de garantizar que las funciones contribuidas a las comidas prolongadas, como calentarlas y servirlas a horas distintas de las comidas normales, no fueran una carga para el personal al momento de suministrarlas. Incluso después de entrar en la fase de coordinación específica, el programa tuvo que suspenderse debido a la escasez médica a nivel nacional causada por la propagación del nuevo coronavirus. Sin embargo, en mayo de este año, el estado de la enfermedad cambió a “enfermedad infecciosa de clase 5” y el ajuste se reanudó una vez que se calmó la propagación de la infección. Estamos muy felices de poder finalmente brindar este servicio a los pacientes. Esperamos que los pacientes se sientan motivados a comer comidas a bordo, incluso si no tienen mucho apetito, y entusiasmados de poder disfrutar los sabores a bordo fuera del avión. Nos gustaría continuar con nuestros esfuerzos para llevar comidas a bordo a la mayor cantidad posible de personas.

Dr. Iijima: Sabemos que en la atención médica moderna, un buen manejo nutricional contribuye en gran medida a mejorar los resultados del tratamiento y que mantener el estado nutricional, centrándose en la “alimentación”, es importante. Por otro lado, la antigua dieta hospitalaria solo estaba prevista para proporcionar alimentos a los pacientes durante la hospitalización. Las instituciones médicas no son restaurantes, pero hoy en día buscamos alimentos que tengan una nutrición que pueda apoyar a los pacientes con afecciones médicas individuales. Durante el transcurso de la enfermedad, es posible que los pacientes no tengan apetito y es necesario prestar más atención de lo habitual al sabor, la apariencia e incluso la preferencia. Por supuesto, la terapia nutricional como tratamiento médico para apoyar la alimentación es un requisito previo, pero seguiremos incorporando buenos productos alimenticios y nuestro objetivo es contribuir al tratamiento.